Desde la esquina de la psicomotricidad.
Aportes hacia una clínica contextualizada
“¿Qué pasa, Débora, que podíamos imaginar tanto en nuestras prácticas y ahora la realidad me derrumba los sueños?”. Este comentario, de una joven colega, con relación a sus posibilidades de trabajo y a sus sueños golpeados, se transformó en palabras escritas a modo de resistencia y lucha que pretenden contribuir a transformar la angustia de la desesperanza en la alegría de lo colectivo, en acciones concretas y felices desde la posibilidad de comprender y atender el dolor y el sufrimiento, como expresión de protesta que denuncia, que provoca y que interpela.
Como varias veces lo planteamos, no se escribe desde la rigidez de un manual; muy por el contrario, es un testimonio de una caminante por senderos que se bifurcan, que provocan, frenan e impulsan.
Siempre, pero siempre, sucedió y sucede el encuentro en una plaza, a la vuelta de la esquina, un territorio que facilita los encuentros, que apacigua detener la marcha y permite respirar imaginativa y profundamente para reencauzar el camino.
Aspiro a compartir inquietudes, calmar ansiedades, contagiar molestias y levantar sueños.
Gracias a tantas y tantos que estimularon y facilitaron mi pensamiento, mis emociones y mi práctica; nada hubiera sido posible desde la soledad del disciplinamiento.
Me alegra y provoca felicidad militante indisciplinar la disciplina.