Fragua y latido
Yo no sé si la poesía puede cambiar el mundo,
pero sé que puede hacerle cosquillas en las costillas,
despertarlo de su siesta obligada,
obligarlo a mirarse en el espejo roto de la historia.
Este libro es una fragua.
Aquí el dolor se calienta hasta volverse grito,
hasta convertirse en un latido que no pide permiso.
Son palabras que han aprendido a resistir,
como la hierba que se asoma entre las grietas del asfalto,
como los que siguen bailando aunque les hayan robado la música.
Aquí se lucha.
Aquí se aguanta sin romperse.
Aquí, en la trinchera más íntima, también se vuelve al refugio
de un abrazo, de un recuerdo, de un nombre pronunciado bajito
cuando la noche es más larga que la esperanza.
Que cada verso de este libro haga lo suyo:
algunos nacieron para incendiar conciencias,
otros para sostenernos cuando todo se tambalea.
Pero todos laten.
Y eso ya es un acto de resistencia.
Bienvenidos a Fragua y Latido.