El escribano no es un cuento chino
Esta obra es un compendio de cuentos donde lo cotidiano
se entrelaza con lo extraordinario a través de la mirada
singular de un escribano, una figura que observa y registra
con precisión el flujo de la vida, pero que también se ve
atrapado por los misterios que van más allá de las palabras.
Cada relato, como una página de un diario personal, ofrece
una nueva perspectiva sobre lo que significa ser observador
y, al mismo tiempo, parte activa del relato que ilustra la
labor cotidiana de los escribanos, cuya tarea va mucho más
allá de conocer el derecho, su teoría y su práctica.
A lo largo de las páginas, el autor logra crear una atmósfera
de intriga y reflexión, mientras los cuentos giran en torno a
las anécdotas de este escribano que se enfrenta a situaciones
que van desde lo absurdo hasta lo profundamente
humano. La figura del escribano, tradicionalmente asociada
con la escritura y el orden, se convierte aquí en un lente
para explorar otras temáticas, evidenciando que no solo
debe realizar trámites, gestionar procesos y navegar por las
plataformas digitales; sino también cultivar la empatía,
interpretar reacciones, mediar, conciliar, organizar y, sobre
todo, idear estrategias jurídicas que propicien el buen desarrollo
de los negocios.
Todo esto y mucho más conforman la esencia de dicha
labor, por ello, a través de estas narraciones, el autor busca
transmitir a las nuevas generaciones los escenarios y desafíos
con los que se encontrarán en su ejercicio profesional.