La mosqueta
Solo una canción sureña
El caso de Lear, personaje principal de "La mosqueta", se caracteriza por las singularidades de "su" realidad. Ésta lo rodea cual serpiente amenazante cuyo cascabel vibra con melodías de The Beatles.
La influencia de haber crecido al ritmo de sus canciones lo indujo a admirarlos. Curioso, logró conocer el mensaje transmitido en esas composiciones pues, diccionario en mano, las fue traduciendo. De tal modo se impregnó de ellas que le resultan familiares, acompañando los sucesos de su vida en todo momento, proyectando en su mente pasajes de aquellas composiciones afines a su acontecer diario.
Ese asunto no es una excentricidad, y quizás tampoco lo sea otra de sus costumbres: llevar desde joven un diario íntimo. Sus treinta y cinco años de vida suman decenas de cuadernos manuscritos que atesora y conserva, aunque sólo hasta el final de esta novela.
Fuera de esos detalles y la incógnita de no saber nada sobre su padre, todo había resultado normal en la vida de Lear hasta dejar con Julia, su novia.
El asilamiento de sus noches de vigilia y esta circunstancia, reactivan en Lear dormidos genes heredados de su progenitor. Nuevos y extraños sucesos lo encierran en un universo de cuestionamientos donde resulta complicado deducir bajo qué cubilete se encuentra su ya incierta realidad.
¿Está loco o lo que vive es auténtico? ¿Bajo cual cubilete estará la bolilla? Como sea, algo, en la cabeza de Lear, no está funcionando correctamente, tanto que llegará a considerar el homicidio de Julia.
Un nieto estrafalario surgirá de la nada mediante un procedimiento innovador que le permitirá a Lear conocer el futuro. ¿Será esto posible? ¿Es acaso su imaginación? Quizás, pero de todos modos Lear sorteará los escollos y triunfará en la vida.
"La mosqueta" es un texto irreverente, con destellos de un humor irónico que envuelve a la ciudad de Montevideo en un entorno cuasi surrealista. De prosa fluida y simple y sabor rioplatense, adquiere complejidad a medida que Lear, apremiado por el destino, avanza intelectualmente.