Poesía para vivir la infancia
Este libro rescata la poesía, una forma más de recuperar el
vínculo, la sonrisa, el humor, la alegría.
Tiene el propósito de alentar a las familias y a las escuelas, a rescatar
tiempo con y para el niño, a tejer puentes de intercomunicación
y a mantener vínculos de afecto y respeto.
Si se quiere preparar a los niños en forma adecuada para los
aprendizajes de la vida, es importante recuperar la voz de la
familia que se expresa en abrazos, caricias, besos, ternura hacia
los hijos.
A los niños pequeños les gusta jugar con las palabras, repetir,
transformar, rimar, inventar.
Disfrutan escuchando poemas sencillos, rimas, nanas, canciones
de cuna, juegos de palabras que luego tienden a repetir.
Retomamos la poesía, un estilo a veces olvidado o descartado y
presentamos esta obra poética con la espontaneidad de la niñez,
la musicalidad de la rima, la gracia del absurdo, la palabra con
sentido y la palabra sin sentido.
La poesía responde a la sensibilidad natural del niño, su alegría,
su placer por el ritmo, su necesidad de escuchar y ser escuchado
desde temprana edad. Se acerca al pensamiento mágico, anima
lo inanimado.
Habilita el juego de palabras de la infancia, la imaginación
explica lo inexplicable.
Vivir la infancia invita a que, más allá del tiempo y de los
territorios, el niño se sienta mecido, arrullado y contenido por
valores que lo acompañarán por el resto de su vida.