Reseña

Un bonsái es el árbol y el recipiente que lo contiene. «Bon», de hecho, quiere decir «bandeja». Ser vivo servido en bandeja. Igual que un cuento. Arte milenario que implica cuidado y refinamiento, paciencia, destreza y, sobre todo, cortar, cortar y cortar. Se ramifica lo justo, florece con rigor, y si el tronco sale torcido es porque así lo quiere el autor. En «El arte de construir un bonsái» usted encontrará tres vidas en bandeja, abonadas por las muertes que las circundan. La tierra (baldía) sobre la que crecen es precaria, inestable, violenta y árida. Lo único que las hace fructificar es la pericia técnica de Daniel Zayas, quien las cultivó y podó con mano experta. La solidez estructural, la poesía de ciertas imágenes y la multiplicidad de significados que adquieren territorios y palabras, otorgan a estos relatos una profundidad tal que, después de leídas, las narraciones continúan proliferando en el lector, trocando su esencia de bonsái por la profusión de un denso bosque de sentidos. No otra es la manera de reconocer un buen libro, uno como el que usted tiene ahora en la mano.

Nicolás Alberte