Una cierva colgando de la trampa
"Lector, lectora, he aquí la carne de cordera que quiere ser la tierra prometida, que quiere ser poesía y tensa el hilo de los versos hasta hacerlos estallar y en el estallido saltan en pedazos las palabras. Implota el lenguaje y busca, entre los restos, una lengua nueva, un “puñalito” para dar en el blanco. Y da, sí, en el blanco. Ahí donde habita la poesía, objeto perdido que tú lector, lectora, habrás de hallar sí o sí porque Una cierva colgando de la trampa sacude y tiembla los ingenuos ojos que la miran. No hay modo de la indiferencia. A este libro se entra con la boca seca y los pies embarrados. Pero no temas lector, lectora, toda experiencia artística tiene sus riesgos. Solo hay que atravesarla dejándose llevar de la mano que la escribe abriéndonos camino entre las palabras, limpiando las malezas del lenguaje. Y esa mano es una lengua poderosa que habla para sí, hablándonos. "
(Claudia Magliano)