Crónicas de un despertar
No quiero convencer a nadie, no es ese el propósito de este libro.
Sentirse poseedor de un don –y más el de la mediumnidad– es algo verdaderamente desafiante. Más aún lo es viniendo del mundo de la racionalidad newtoniana, y ni que hablar cuando este don aparece en forma tan abrupta como espontánea.
Me sentía un guionista de película, pero esto de película no tenía nada, ni lo tiene aún. Me entregué con pasión a un algo intangible, que solo quien lo vive lo puede atesorar.
Hoy soy esto, como antes fui aquello. Buda decía: no estoy iluminado, estoy despierto. Estos son mis inicios al despertar. Creo.
Aquí me muestro desnudo, tal cual soy. Seguramente eso le dé valor a estas palabras.
No soy el que fui, ya no. No soy el que quisieron que fuera, ya no.
Así, desnudo de alma, entrego estas historias.