Comercio electrónico y género en Uruguay: transformaciones recientes y la mirada hacia la post-pandemia
Durante los años 2020-2021, la pandemia del COVID-19 y las medidas de restricción a la movilidad aparejadas implicaron una sustantiva aceleración de la adopción de modalidades de comercio electrónico, tanto por parte de la oferta como de la demanda.
Estos procesos acelerados de cambio tienen sin dudas, implicancias relevantes para quienes se emplean en el sector del comercio. Una de las primeras preguntas que surgen con relación a éstas es cuál será el balance neto en términos de destrucción y creación de empleo, una vez que estas transformaciones se consoliden y alcancen su etapa de madurez. Esta es una pregunta central, ya que, actualmente, casi uno de cada cinco trabajadores y trabajadoras en Uruguay se emplea en el sector comercio.
Por un lado, es claro que algunos puestos de trabajo del comercio minorista tradicional dejan de ser necesarios en el marco de la transformación hacia el comercio electrónico. Al menos parte de los trabajadores que ocupan esos puestos deberán reconvertirse hacia nuevos roles para mantenerse en el sector. Sin embargo, ¿qué formación es necesaria para hacerlo? ¿Las competencias de los trabajadores del comercio minorista tradicional son transferibles a esquemas de comercio electrónico? ¿Cuál ha sido la experiencia hasta ahora para el caso de Uruguay?
Sumado a esto, existen abordajes críticos a los procesos de adopción del comercio electrónico que van más allá de las dinámicas de destrucción y creación de empleo. Por ejemplo, desde la crítica feminista surgen interrogantes tales como: ¿existe un impacto diferenciado entre trabajadoras y trabajadores? ¿Cuáles son los motivos? ¿Qué desigualdades de género persisten y se reproducen en los nuevos esquemas de trabajo, y qué oportunidades aparecen para cerrar brechas? ¿Pueden las nuevas tecnologías por sí mismas colaborar en disminuir las desigualdades sin mediar ninguna regulación al respecto?
Este trabajo intenta responder al menos algunas de estas interrogantes. Para esto, una primera parte se basa en un análisis de antecedentes y un relevamiento cualitativo (revisión documental y de prensa, y entrevistas a informantes clave), buscando profundizar en las visiones de distintos actores sociales sobre las transformaciones que se observan en Uruguay en torno al comercio electrónico.
Más allá de esto, la pérdida de empleo observada en el año 2020, sumada al descenso de la movilidad cotidiana, pudo haber impulsado el aumento de otro fenómeno menos analizado por la literatura: el comercio electrónico informal. Por este nos referimos a microemprendimientos, generalmente de personas que trabajan por cuenta propia, que comercializan bienes por medio de plataformas de comercio electrónico o redes sociales. La aparición de opciones “virtuales” de trabajo informal resultan un fenómeno novedoso que no ha ocupado un lugar central en los análisis sobre mercado laboral hasta ahora, y que pueden haber cumplido un papel importante como estrategia de subsistencia de personas que perdieron su empleo durante la pandemia.
En esa línea, vale preguntarse: ¿qué características tienen estos microemprendimientos del comercio electrónico informal en Uruguay? ¿Cómo se ponen en marcha y cómo se sostienen? ¿Cómo se caracterizan sus emprendedores? ¿Por qué optan por montar un negocio de esta manera en lugar de un modelo tradicional de comercialización? ¿Pueden identificarse brechas de género relevantes internamente a este novedoso sector? ¿Cómo cambia el terreno de juego la aparición de la pandemia? ¿A qué desafíos se enfrentan?
Para intentar responder a algunas de estas preguntas, se realizó entre abril y mayo de 2021 una encuesta virtual autoadministrada dirigida a personas dueñas de emprendimientos que funcionan a través del comercio electrónico. Ésta busca generar nuevos conocimientos sobre el comercio electrónico informal en Uruguay.