Catequistas con el hermano Gabriel
Estas páginas están escritas pensando en las personas de la Familia Sa-Fa que de una forma u otra se dedican a la catequesis y en su formación, desde el punto de vista del carisma que tiene su origen en el Hermano Gabriel Taborin.
La catequesis es una actividad vital para la Iglesia dentro de su misión evangelizadora, ya sea para proponer un primer anuncio del mensaje evangélico ya sea para acompañar a las personas en el proceso de crecimiento y maduración en su vida cristiana. Así lo expresaba Juan Pablo II: “La catequesis ha sido siempre considerada por la Iglesia como una de sus tareas primordiales, ya que Cristo resucitado, antes de volver al Padre, dio a los Apóstoles esta última consigna: hacer discípulos a todas las gentes, enseñándoles a observar todo lo que Él había mandado. Él les confiaba de este modo la misión y el poder de anunciar a los hombres lo que ellos mismos habían oído, visto con sus ojos, contemplado y palpado con sus manos, acerca del Verbo de vida. Al mismo tiempo les confiaba la misión y el poder de explicar con autoridad lo que Él les había enseñado, sus palabras y sus actos, sus signos y sus mandamientos. Y les daba el Espíritu para cumplir esta misión. Muy pronto se llamó catequesis al conjunto de esfuerzos realizados por la Iglesia para hacer discípulos, para ayudar a los hombres a creer que Jesús es el Hijo de Dios, a fin de que, mediante la fe, ellos tengan la vida en su nombre, para educarlos e instruirlos en esta vida y construir así el Cuerpo de Cristo. La Iglesia no ha dejado de dedicar sus energías a esa tarea. (Catechesi Tradendae, 1)
El Hermano Gabriel fue consciente desde muy joven de su responsabilidad, como cristiano, de anunciar el Evangelio y lo hizo de varias maneras, siempre con el entusiasmo misionero que lo caracterizaba. Cuando tuvo que transmitir a otros su experiencia y formular más explícitamente la misión de la congregación religiosa que estaba fundando, siempre colocó la catequesis en el centro, como conjunción entre las actividades de los Hermanos en la escuela y en la iglesia parroquial. Una de sus primeras expresiones es esta: “La Sociedad de la Sagrada Familia tendrá como finalidad toda clase de buenas obras. El objetivo principal será ayudar a los señores curas de los pueblos y de la ciudad como maestros de las escuelas parroquiales, ayudantes del culto, catequistas, cantores y sacristanes” (Constituciones 1836). Decía además: “No hay actividad más bella, más honrosa y más meritoria que la del catequista” (Nuevo Guía, 892). Siendo ya mayor le confiaba a un Obispo: “Le dije últimamente, Monseñor, el atractivo particular que siempre sentí para catequizar y exhortar a la juventud y a los fieles.” (Carta a Mons. Billiet del 09-03-1857).
Ciertamente las condiciones eclesiales y sociales de la época en la que el Hermanos Gabriel y los primeros Hermanos ejercieron la actividad catequística, en la primera mitad del siglo XIX en Francia, y las de la Iglesia y sociedad actuales son muy diferentes. De ahí la necesidad de situar al Hermano Gabriel en el ambiente en que vivió. Solo así podrán comprenderse sus convicciones y motivaciones, como también su experiencia y las indicaciones que dio en el campo de la catequesis.
No se trata de hacer hoy lo que hacía el Hermano Gabriel ni de ser catequistas como el Hermano Gabriel lo era; sino, después de haber conocido y entendido lo que él vivió, dejarse llevar por el impulso motivador de su carisma para vivir y actuar en la Iglesia de hoy como catequistas. Solo así se podrá establecer una profunda sintonía con él e incluso una fuerte relación personal en la comunión de los santos. Solo así se podrá ser catequistas con el Hermano Gabriel.
Hno. Teodoro Berzal
La Horra, julio 2020