La mujer que amaba el Café
El amor no tiene género, ni fronteras, ni forma
La mujer que amaba el café” es una historia sobre el amor en su forma más pura: libre, silenciosa, sin etiquetas.
Meredit llega a un pequeño pueblo con una cafetera vieja y un pasado del que ya no huye. Sirve cada taza como si ofreciera un fragmento del alma, y enseña —sin decirlo— que amar no requiere permiso ni nombre.
Su presencia transforma lo cotidiano en ternura. Cada frase que escribe, cada sorbo que comparte, se vuelve una oración sin religión: un recordatorio de que no hay vergüenza en existir dos veces.
Entre el aroma del café y el eco del perdón, esta obra invita a mirar sin prejuicio, a reconocer la belleza en lo que cambia y a recordar que el amor, cuando es verdadero, no necesita explicación.
> El amor no tiene género, ni fronteras, ni forma.