Reseña

En este poemario Iván Mederos vuelve sobre sí mismo con la sensibilidad que lo caracteriza, estableciendo
puntos de contacto con la tradición poética de nuestro país, para dar cuenta de lo que ha pasado, de lo que lo conforma, de aquellos
que de una manera u otra lo convirtieron en quien es. Como si esa vasija que llevamos sobre la cabeza, y la cantidad de agua que baila
dentro, fuera colocada por nuestro entorno a la hora de nacer, como un legado, como algo propio y al mismo tiempo algo colectivo, con lo que andaremos caminando hasta el último día.
Horacio Cavallo