Cartografía de mi voz al viento
Llega en este libro a la “voz que mira”, al mirar su interior sensible y profundo, al mirar los dolores del mundo que hace propios. La voz de esta etapa nos lleva de la mano con delicadeza, con convicción y en algunos momentos, como en Sthendal, es un espejo a la vera del camino.
Leer a Gladys Pacheco es mirar la voz sutil que va desde sus raíces, dolores y amores, al mundo que le duele y que también exalta su corazón.