Joaquín de Salterain
Si nos ubicamos en la esquina de las calles Joaquín de Salterain y Gonzalo Ramírez y buscamos la placa que recuerda al médico oculista y oftalmólogo Joaquín de Salterain, que está a una altura pertinente para que los vándalos no puedan profanarla, vemos que además del retrato del médico dice: “Médico benefactor y poeta”. Tal como lo desglosa esta biografía tenemos que invertir el orden y decir que Joaquín de Salterain primero fue poeta, seguidamente médico y finalmente benefactor. Aunque nos queda una gran faceta importante de su vida fuera, que seguidamente expondremos.
Algo que movilizó a los dos veteranos historiadores de la medicina, Wilson y Pou, a emprender la biografía científica de Salterain, fue el hecho de completar una trilogía biográfica; dos compañeros de éste, Pouey y Soca, junto con aquel, habían sido los tres becados a París por el gobierno del General Máximo Santos; y ya disponemos de las biografías científicas de Pouey (2012) y de Soca (2021), y por lo tanto faltaba la de Salterain. Las contribuciones biográficas previas existentes sobre éste son muy generalistas, parciales y escuetas, por lo que la invitación a emprender el desafío biográfico salterainiano tenía otro aliciente.