La cura y su dirección
Prólogo
La cura y su dirección se presenta como un tema central para la práctica del psicoanálisis. La demanda de un análisis, o incluso la de ser escuchado aun cuando esa demanda no sea formulada, supone un sufrimiento que a veces puede ser dicho de forma clara y otras no tanto. Ese sufrimiento, ese padecer, es lo que se trabaja en un análisis.
Sin embargo sabemos que la pérdida de dicho sufrimiento no llega rápidamente ni sucede desde el lugar pa(de)ciente, sino que implica otra posición: la posición del analizante implicado en la tarea.
Las neurosis no se producen de forma consciente ni es una cuestión voluntaria renunciar a ellas, lo cual señala la presencia de lo inconsciente. En el sufrimiento algo se satisface, Freud lo formula en Más allá del principio del placer cuando introduce la posibilidad de intelección de algo que nunca había sido planteado por ningún sistema de pensamiento hasta ese momento.
Escribir sobre la cura y su dirección supone necesariamente hacer lugar a las preguntas que recorren los textos de este libro: ¿Un análisis cura?, ¿de qué? ¿A dónde se dirige? ¿Quién lleva adelante esa dirección? ¿Cuál es la cura que se puede producir a partir de un análisis? ¿Cuál es la lógica en la que se sustenta?
Lejos de las promesas de plenitud —que abundan en nuestro tiempo y no hacen más que aumentar la angustia—, la práctica del psicoanálisis parece oficiar como un espacio de resistencia a la obligación de ser feliz y a los ideales que en su proliferación ahogan al sujeto.
El síntoma, que para el psicoanálisis tiene una significación diferente de la que puede tener para la medicina u otro tipo de abordajes del sufrimiento humano, denuncia la ferocidad de esos ideales y viene a situarse en el lugar de lo que resiste a los sentidos provenientes del Otro.
No se trata de erradicar el síntoma, sino de ponerlo a trabajar, de posibilitar un lugar donde el sujeto emerja y pueda tomar la palabra, para que en su decir, y por añadidura, algo de ese penar de más pueda perderse.
Luego de transitado un análisis, y aún con restos irreductibles de goce, el sujeto producirá algo novedoso, un más allá de la «roca de la castración», una invención, una nueva forma de arreglárselas con su síntoma, un saber-hacerLa propuesta de Lacan sobre el sinthomees una respuesta posible a este asunto.
La colección Calembour apuesta con este ejemplar a que circulen las letras de los miembros de la Escuela Freudiana de Montevideo con la intención de que algo de la práctica de cada uno pase al escrito.
Con gran entusiasmo, invitamos al lector a recorrer sus páginas y a habitar esa hiancia entre lo escrito y lo leído para dejarse llevar por las resonancias que se puedan producir.
CONSEJO EDITORIAL:
Pía González
Javier Montiel
Andrés Musto
Karina Olivera