Daniel Martínez Vigil (1865-1940)
Venturas y desventuras de un maratato notable
Daniel Martínez Vigil era un empedernido idealista, un verdadero Quijote a las greñas siempre con la realidad por culpa de su irrealizable quimera. Soñaba con el hombre perfecto, olvidando que es de barro la estructura del hombre. Avizoraba un ideal en lontananza, como un fanal incrustado en medio de la noche, y, sabiéndolo inalcanzable, porfiaba y se excedía en bogar hacia él, con la porfía del náufrago que quiere vivir hasta en la hora de la muerte. No de otra manera se conducía el andante caballero, empeñándose en empresas que desbarataba la más prosaica realidad.
_En la Atenas del Plata_. Víctor PÉREZ PETIT