Reseña

El tiempo ha pasado desde la primera edición de la obra, y en
esta tercera edición, la autora vuelve sobre sus pasos para
actualizar y revisar las afirmaciones vertidas, regresando
sobre aquellas soluciones legales en las cuales decidió reparar,
reflexionar y cuestionar hace ya largos años.
En esta obra no solo se analizan los cambios que introdujo la
Ley 􏍗􏍟.􏍖􏍟􏍖, que hoy ya luce muy lejana en el tiempo, sino que
además se actualiza el abordaje con la reciente sanción de la
Ley 􏍘􏍖.􏍘􏍛􏍝, que modificó todo el régimen del proceso arbitral
previsto en el CGP y que la autora aborda desde la óptica de la
admisibilidad del recurso de reposición, volviendo a posar su
mirada sobre la jurisdicción arbitral.
La estructura del libro, sin embargo, se mantiene, dividiéndose
en una parte general en la que se efectúa un estudio de
la impugnación, con el propósito de que el lector pueda
situar los recursos dentro del género de los medios de impugnación
y lograr con ello una adecuada perspectiva de estos.
En la parte especial se exponen los caracteres, naturaleza
jurídica, presupuestos de admisibilidad y fundabilidad de los
recursos de aclaración, ampliación, reposición y apelación,
así como el régimen legal de cada uno de los recursos objeto
de la obra, reformulando esta vez con un mayor espíritu
crítico algunas soluciones legislativas recogidas en nuestro
ordenamiento jurídico.
El estudio de los recursos que trata esta obra es ordenado,
prolijo y sistemático, avanzando en un lenguaje elegante y
minucioso, para consolidar en un texto único y actualizado,
con citas legales y jurisprudenciales, tanto nacionales como
de derecho comparado, un correcto y muy completo análisis
de estos recursos que ocupan gran parte de la cotidianeidad de
los operadores del Derecho que litigan en nuestros tribunales.
Al lector que se atreva a recorrer sus páginas, la autora lo
invita a participar de sus dudas e inquietudes que se perfilan
como interrogantes de diseño normativo y, por tanto, de
opción legislativa. Lo anterior, que podía vislumbrarse desde
la primera de las ediciones de la obra, se ve reforzado en
esta, en la que Giuffra se apresta a reflexionar con mayor
crudeza sobre el régimen recursivo nacional, al que tilda de
complejo y, de algún modo, insuficiente para lograr el fin
último al cual está destinado, que es el control sobre las decisiones
jurisdiccionales.
Para ello, la autora se permite plantear dudas, a las que recomienda
hacer sitio, pues deben convivir con nuestras certezas
para ponerlas continuamente en jaque y, así, movernos
de un lugar a otro, tal como lo hace el viajero incesante que
no encuentra nunca su hogar en un solo sitio, sino en todos
aquellos en los que se ha sentido anfitrión y nunca huésped.