Las cavernáginas de Demetriuz
Las Cavernáginas se constituye en un viaje existencial –Andrade hace de la quietud un azaroso peregrinar– donde su protagonista Demetriuz, que entra y sale de la narración, reflexiona: “Ya no recuerdo si existo, me perdí por allí pretendiendo encontrar las narraciones refugiadas en algún lugar del bosque narrativo”. Esta duda existencial se reitera en “círculos concéntricos”, es el leitmotiv que, en reflujos marinos o en los meandros del caracol, engarza todo el texto. (Sebastián Rivero Scirgalea, Prólogo).