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ISBN 978-9915-42-149-0

El advenimiento
Las claves del retorno

Autor:Viglioni, Eduardo
Editorial:Viglioni, Eduardo
Materia:Misticismo
Público objetivo:Jóvenes adultos
Publicado:2023-12-06
Número de edición:1
Número de páginas:232
Tamaño:14x21cm.
Encuadernación:Tapa blanda o bolsillo
Soporte:Impreso
Idioma:Español

Reseña

El Dr. Sajama
En efecto, forma parte de un proceso natural de desarrollo el hecho de que cada cierto tiempo se produzca una descomposición de las cosas, cuya característica fundamental es la división de los elementos que componen al todo social, cultural, humano y espiritual.
Al final de sus tiempos, como le sucede a la mayoría de los seres humanos, las sociedades padecen de sordera que les dificulta escuchar a su propio corazón, y de cierta ceguera que no le permite ver al otro tal cual es.
La pérdida de las estructuras, de los elementos de referencia que permiten al individuo, las familias y a la civilización escuchar a su corazón y seguirlo, produce confusión, resistencia y dolor.
Así, las sociedades se dividen y la espiritualidad se degenera a mil formas distintas, su esencia se contamina tanto como su propósito.
La diversidad y las indefiniciones se transforman en disolución, y una humanidad fuera de eje termina siendo el caldo de cultivo para la desvinculación, el individualismo y el egoísmo.
Para muchos, la palabra religión se transforma en motivo de vergüenza por no entender su significado profundo y por no estar realizando esta su objetivo más elevado: traer luz y unidad al planeta.
Entonces la espiritualidad pierde su sentido de orientación, que es colaborar con el colectivo humano para alcanzar la unidad, desde las diferentes dimensiones que lo componen.
De esta manera cada grupo, organización o secta, levanta a su propio mesías o profeta como orientador de sus pasos, la división se profundiza en la colectividad cuando los orientados advierten que este mesías es tan ciego como sus conducidos.
Sin una cultura de la espiritualidad que se manifieste por medio de emociones sanas, operando armónicamente sobre la mente intelectual y la mente instintiva, la descomposición social se agrava.
Entonces la falta de referencias claras se manifiesta en guerras, amenazas de guerras y terremotos, como expresión de la represión del amor en el ser humano.
El egoísmo también causa pobreza, y la pobreza es acompañada por enfermedades difíciles de combatir. Pero al fin, parafraseando a Rumi, “la herida es el lugar por donde entra la luz”. ¿No fue también Jesús un doctor en la era de piscis?

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