Lápiz o navaja
Crear es resistir
¿Qué es la vida sino una sucesión de muertes? ¿Qué es el
arte sino un necesario refugio, a la vez que una involuntaria
y constante revelación?
¿Cuánto somos de nuestra historia y cuánto de nuestra
historia se transforma en la excusa perfecta para
preguntarnos quiénes somos?
Lápiz o navaja no responde ninguna de estas preguntas,
pero, de alguna manera, las plantea una y otra vez.
Pero ¿hay una historia en este libro? Sí. Una tan terrible
como real, y otra, que es la misma, pero en otro punto del
proceso de la vida, más adelante en el tiempo o… ¿más
atrás?
Lápiz o navaja quizás tenga que ver con largar al viento el
peso insoportable del silencio ante la memoria aniquilante.
Puede que, también, sea una protesta contra la linealidad
mentirosa, inventada, y profundamente deserotizante con
la que —tantas veces— se quiere representar a los procesos
y a la vida en general.
En suma, tal vez este libro (que es, sobre todas las cosas, un
diario real), se trate de la vivencia en primera persona de
una historia terrible, o quizás, la historia terrible sea la
excusa perfecta para preguntarnos sobre el misterio de la
potencia de nuestra mismísima existencia.