Reseña

SURCANDO EL CIELO
DE MADRID O MONTEVIDEO

La palabra poeta nace como inefable presencia del
inicio, reunirse, latir, ser incipiente ritmo, oscilar, ser
el mismo en los bordes quebrados de la imaginación
para darle al destino el acompañamiento del canon,
la insatisfecha ansia de beber ese otro-nosotros, que
llamamos existencia.
Después la voluntad del cosmos hizo de los oídos una

alquimia donde la luz es la esencia de lo divino, la poe-
sía estalló como una ola en la armonía placentera de

lo absoluto. Guillermo Lopetegui y lo eterno, un plano
infinito que no esperaba la interrupción de los siglos.

Los poetas siempre me han parecido personas dife-
rentes a los demás; ni mejores ni peores, simplemente

distintos. Me refiero a los poetas de cualquier género
y a todos aquellos que escriben poemas con los que
captar tanto los viajes exteriores como los interiores.

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Guillermo Lopotegui La libra escondida

Este poemario titulado La Libra Escondida está com-
puesto de 6 partes, cada una independiente, pero a

la vez, unidas por un sentimiento poético que pocos
poetas pueden realizar... poemas que leyéndolos

comprendo que estos versos sienten, miran y expre-
san lo inefable o al menos lo intentan con la ayuda de

la literatura. En estos poemas observo expresividad,

intensidad y poeticidad, que son los tres aspectos que re-
sumen la inspiración del poeta, desde lo inconsciente

a lo consciente, desde el yo poético a la realidad de la
época en la que viven.

En el primer poema, “1969”, dice Guillermo: “Cami-
nos de humo inaugural y bandas sonoras/Celebrando colores hu-
manos en la ruta hacia el día/Era la calle llamando a rebeldías

antes del liceo/El romance surgido en la hora puente con el beso
inesperado...”; versos de gran expresividad sentimental.
Y en “Sturmer” expresa: “En el secreto de las tardes/Turner

dialoga con el Sol/refunda bosques y abadías/y en visiones pre-
monitorias/convoca los impresionismos...”; versos pictóricos,

versos intelectuales o simplemente genialidad versal.
Lopetegui es un autor de ideales que respetan a su
grandeza. Es drama y epopeya sobre la trascendencia
de la existencia. Es dueño de un conversar dialéctico,
de un discurso que transmite un yo-creador en diálogo
con el lenguaje onírico.

Él es visionario, visionario de los símbolos, de los sig-
nos, de las primeras percepciones como un combativo

diablo que establece el principio y el final de lo cíclico
en la poesía.
“A una mujer con una máscara” se desarrolla como
una suerte de revelación: “Te prefiero enmascarada aun en las
entregas/Para que mis gestos cotidianos no opaquen tu trascendencia,/
Para que tu mirada sugerente siga enmarcada en los adornos/Y en
el Amor edifiquemos nuestro secreto acto estético...” . Estos versos

muestran ese hermoso hacer del lector un confidente in-
directo: logro propio de un gran poeta como Guillermo.

Lopetegui es humano, por eso su interior es poesía;
lúcido, con un sentido personal que lo precisa todo. Él
sabe que la vitalidad de la poesía viene del conflicto y
del impulso, que nada tiene edad, ni siquiera la grafía

del círculo; él es el descendiente de dar sentido a lo cul-
minante del poema; que los versos son una metáfora

de la vida, propia o ajena, dueño de su realidad; que
no empaña nada; ramos de poemas, ramos de palabras
diferencian a lo tangible en la boca o mente del poeta.
Por último en “Desciframiento”-con el que se cierra
el poemario- nos dice:
Soy mi propia isla
el código secreto de mis sueños
soy el Alfa y el Omega
de mis claridades y misterios.

Guillermo Lopotegui La libra escondida

Magníficos versos que pueden definir lo que es real-
mente el poeta Guillermo Lopetegui o una pequeña

definición de su realidad poética o realidad existencial.
Antón Chéjov sostiene: “El mundo es, por supuesto,
nada, excepto nuestra concepción del mismo”.Una definición
muy precisa de lo cada poeta puede crear. Y T.S. Eliot
nos dice también: “Eres la música mientras la música dura”.
Música o poesía, así se puede comprender la belleza;
da igual el formato donde resida, es simplemente una

solución formal de los pensamientos y creatividad de ar-
tistas. Lopetegui es arte, también es poesía pero lo más

importante es persona y en mi caso amigo, un hermano

de versos y huellas, y el presente poemario tiene la fun-
ción de llegar a ser inmortal en el laberinto de la vida y

de la existencia. El maestro Borges lo dijo y Guillermo
está presente en ese horizonte-semilla y fruto.
Su vida, es una vida luminosa y que fluye... Y La
Libra Escondida es perspicaz y triunfante: 26 Poemas y
26 viajes que enamoran a toda mujer o ser humano.

Óskar Rodrigáñez Flores
27 Enero 2023
San Sebastián de los Reyes, a -4o C.