Reseña

Una novela fragmentaria, polifónica; un libro de pequeñas
historias que es también una reconstrucción genealógica.
La credulidad, la esperanza, la mirada atenta puesta con
inocencia hacen de este mosaico de la vieja Rusia un cuadro
desbordante de ternura, a veces crudo, poético siempre. Judíos desarraigados que viajan en busca de una tierra que si no es la prometida es la que les toca en suerte y los alberga. El retrato del cuéntenik, buhonero que carga el bulto al hombro y
vende a destajo, el milenario oficio del tendero, la coincidencia con inmigrantes de otras latitudes, la solidaridad, la certeza de que antes tarde que nunca, el Uruguay era un buen lugar como refugio. Para recomenzar una vieja historia…