Jinetes del final
En 2021 Rivero aprovecha la “locura celestial” de Hörderlin, para recordarnos acerca de esa suerte de inanidad de la palabra […] En este orden, no es de extrañar que la sección del libro “Acumulación del asco”, se cierre con una suerte de tríptico que lleva por título “¿qué es el lenguaje?”. Allí el hablante lírico admite la pobreza del lenguaje en clave de una alegoría de raigambre filosófica: es la casa derruida y agonizante. Es, paradojalmente, asfixia e intemperie. Un no lugar (des)habitado para la poesía y para toda forma de comunicación que se intente. El lenguaje como territorio en ruinas; el poeta, náufrago en medio del torbellino; un habitante sin brújula ni techo, un homeless de su propia herramienta hurgando en su conciencia.
Gerardo Ciancio