Cinzano. Campeón, convicto y leyenda.
La verdadera historia del fraude hípico más famoso del siglo XX.
El 23 de setiembre de 1977, un caballo uruguayo llamado Lebón, exportado a Estados Unidos en junio del mismo año, ganó la última carrera del hipódromo neoyorquino de Belmont Park pagando casi ochenta dólares por cada dos apostados. La carrera se había corrido sobre 2000 metros en el césped y el caballo en Uruguay nunca había ganado mas allá de los 1300 metros y en la arena, por lo que su noticia fue recibida con incredulidad por los aficionados rioplatenses. Cuando las telefotos arribaron a las salas de los diarios El País y Mundocolor se confirmó lo que todos sospechaban: ese caballo no era Lebón.
¿Quién era entonces el triunfador? A los ojos de todos los uruguayos no era otro que Cinzano, el crack de 1976 y último ganador del Gran Premio José Pedro Ramírez, a quien los medios norteamericanos habían dado por muerto luego de un accidente en el rancho donde realizaba la cuarentena.
Una estafa descubierta de casualidad, un juicio protagonizado por el famoso abogado F. Lee Bailey (defensor de Patricia Hearst unos años antes y de OJ Simpson varios años después), un castigo exagerado a un caballo de carreras, y la pregunta que nos hacemos todos: ¿Qué llevó a Mark Gerard, el veterinario más famoso del mundo, a realizar este fraude?
Esa y otras respuestas están aquí, en la historia de Cinzano, un caballo que fue campeón en Uruguay, convicto en Nueva York y cuando nadie daba un duro por él, tuvo su revancha y se transformó en leyenda del Circuito Punto a Punto de Virginia.