Buena fe procesal
Esta obra pretende estudiar integralmente la influencia de la buena fe en el proceso. Ello se plantea en dos dimensiones. En la parte general, se procura llamar la atención sobre la necesidad de un “debido proceso leal”. Esto implica la existencia de una “comunidad de trabajo” entre las partes y el juez para emitir una sentencia tempestiva, acorde a la realidad de los hechos y esencialmente justa. Contrariamente a lo que parece, no busca mancillar a los restantes principios procesales, sino enaltecer la dialéctica y solucionar el conflicto de la mejor manera posible. En esta labor de coordinación, es trascendente comprender a la buena fe como un deber de cuidado y garantía de participación de todos los sujetos procesales. Se trata de comprender que la buena fe, es capaz de tender puentes entre el activismo y el garantismo. A su vez, la idea es superar al instrumentalismo, apostando a un “formalismo valorativo” a través de elementos axiológicos, dirigidos hacia la colaboración y el diálogo. En la parte especial, se valora la incidencia del “proceso justo” desde las medidas cautelares, hasta el proceso de ejecución. Se confiere especial relevancia al relevamiento de la jurisprudencia nacional, así como a la introducción de modernos institutos tales como la “ciudadanía procesal”, “contradictorio sustantivo”, o “prohibición de las decisiones sorpresa”. En definitiva, hay que comprender que cualquier derecho o libertad fundamental sin un proceso justo, no pasa de ser una mera ilusión. Al rescate aparece la buena fe, para alcanzar la efectividad de los derechos sustanciales.