Reseña

En los años ‘40 Carlos Páez Vilaró, motivado por el candombe, se integró a la vida del conventillo Medio Mundo. El negro uruguayo le abrió generosamente sus brazos y su vida para que Carlos pudiera expresarse como artista. Lo hizo hasta los últimos momentos de su vida, pintando los tambores de C1080 y desfilando con ellos.

Durante décadas Carlos Páez Vilaró llegaba con su tambor desde Casapueblo en Maldonado a Montevideo, el primer viernes de febrero, para desfilar en las Llamadas.
Aldo Novick esperaba su llegada entre las 17 y 18 horas, en la peatonal Curuguaty en el Barrio Sur, donde vive actualmente la familia Silva; allí registró algunas de las fotos que presentó en la Muestra realizada en febrero 2019 en el hotel Hyatt Centric de Montevideo.
Con los años, aquellos encuentros entre el artista con su tambor y la lente de la cámara fueron registrando fotos en la plaza de la peatonal Curuguaty, en casa de la familia Silva y en las Llamadas.

En el año 2009, Carlos Páez Vilaró junto a Eduardo Galeano y Mariano Arana escribieron el prólogo del primer libro de Aldo Novick: Carnaval.